Las instalaciones de última generación NanoTerasu de radiación de sincrotrón comenzaron a funcionar este mes en el campus de la Universidad de Tōhoku, en Sendai, en la prefectura de Miyagi.
Las instalaciones utilizan rayos X especiales para permitir a los investigadores analizar a un nivel nanométrico las propiedades y funciones de materiales que no pueden ser identificados a simple vista.
Se espera que esta tecnología se utilice en la investigación de una amplia variedad de áreas, desde la comida hasta la medicina, y contribuya a la innovación tecnológica.
Las instalaciones consisten en un acelerador lineal con una longitud de 110 metros y un acelerador circular con una circunferencia de 349 metros, que pueden procesar los llamados rayos X blandos, o rayos X con una longitud de onda amplia.
En una asociación regional público-privada, el Gobierno central invirtió unos 20.000 millones de yenes en las instalaciones mientras que los gobiernos locales y empresas invirtieron unos 18.000 millones de yenes.